miércoles, 21 de febrero de 2007

Monseñor Arnulfo Romero - Hunnapuh



Pocas figuras han sido tan determinantes para su pueblo como la de Monseñor Oscar Arnulfo Romero , Asesinado en un 24 de Marzo de 1980, mientras celebraba misa en la capilla del Hospital de Cancerosos Divina Providencia.
Era un sacerdote dedicado a labor religiosa, simpatizaba con el Opus Dei y no se involucraba en política, cuando fue elegido como arzobispo de San Salvador; no era aceptado por la izquierda debido a todo lo anterior, sin embargo algo sucedió; en el al ver la miseria y el dolor de su pueblo, que fue denunciando cada vez con mas fuerza los atropellos que cometía la clase dominante en el país, ese algo que lo fue transformando, según parece tenia nombre: Rutilio Grande, sacerdote amigo de Romero, destacado en el paisnal, Aguilares que fue asesinado junto con unos niños que lo acompañaban.

Este crimen conmovió; hasta los cimientos a Monseñor Romero a tal punto de convertirse en "La Voz de los sin Voz", ganándose el cariño y la veneración del pueblo y el odio de los que no querían ningún tipo de cambio social.

Un día antes había dicho en su homilía dominical lo siguiente, que se considera fue su sentencia de muerte.

....Yo quisiera hacer un llamamiento de manera especial a los hombres del ejercito y en concreto a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles: hermanos, son de nuestro mismo pueblo, matan a sus mismos hermanos campesinos y ante una orden de matar que da; un hombre debe prevalecer la ley de Dios que dice "No matar". Ningún soldado esta; obligado a obedecer una orden contra la ley de Dios. Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla.

Ya es tiempo de que recuperen su conciencia y que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado.

La iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación.


Queremos que el gobierno tome en serio que e nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. En nombre de Dios, pues, y en nombre de este sufrido pueblo cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día mas tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios; Cese la represión......
El asesino, un capitán del ejercito salvadoreño de apellido Saravia; el intelectual: se especula que fue; el Mayor Roberto D'abuisson, fundador de ARENA con la participación de prominentes figuras del sector económico del país, es decir que hay todo un debate en torno al crimen.

El día de su entierro habían mas de 50,000 personas inundando la plaza frente a Catedral metropolitana y luego de unas explosiones y la alarma de supuestos francotiradores en el palacio nacional y en edificios aledaños, cundió; el caos y resultaron cerca de 40 personas muertas, aplastadas por la muchedumbre y decenas de heridos, la misa fúnebre se suspendió y el cuerpo de Monseñor fue rápidamente ingresado a Catedral metropolitana, mas tarde también ingresaron a los cadáveres que habían quedado, llenando de mas luto al pueblo salvadoreño.


Satanizado por algunos y nombrado San Romero de América de facto por otros, es ahora una de las figuras mas polémicas de El Salvador, la simple mención de su nombre en una reunión provoca diversas reacciones, desde indignación por "la bulla que le hacen a un cura revoltoso causante del conflicto armado" hasta manifestaciones de fervor religioso rayando el fanatismo.

Sus seguidores iniciaron un proceso de beatificación, previo al de santificación el cual fue detenido por el Vaticano durante algunos años pero en este 2005, para alegría de sus seguidores y rabia de sus detractores, hace pocos días fue liberado el proceso al demostrarse que toda su obra tenia una base estrictamente religiosa y como van las cosas pronto tendremos el primer "santo" Salvadoreño

...Si denuncio y condeno la injusticia es porque es mi obligación como pastor de un pueblo oprimido y humillado...

"...El Evangelio me impulsa a hacerlo y en su nombre estoy dispuesto a ir a los tribunales, a la cárcel y a la muerte..."

"...Si me matan resucitare en el pueblo Salvadoreño....."


Es ahora inútil el hablar de que si se va o no canonizar a Monseñor Romero, el pueblo de facto ya lo Canonizó y le rinde veneración independientemente del tramite en el Vaticano.



"San Romero de América, Pastor y Mártir nuestro"
El ángel del Señor anunció en la víspera...

El corazón de El salvador marcaba
24 de marzo y de agonía.
Tú ofrecías el Pan,
el Cuerpo Vivo
-el triturado cuerpo de tu Pueblo;
Su derramada Sangre victoriosa
-¡la sangre campesina de tu Pueblo en masacre
que ha de teñir en vinos de alegría la aurora conjurada!

El בngel del Señor anunciף en la víspera,
y el Verbo se hizo muerte, otra vez, en tu muerte;
como se hace muerte, cada día, en la carne desnuda de tu Pueblo.

¡Y se hizo vida nueva
en nuestra vieja Iglesia!

Estamos otra vez en pie de testimonio,
¡San Romero de América, pastor y mártir nuestro!
Romero de la paz casi imposible en esta tierra en guerra.
Romero en flor morada de la esperanza incólume de todo el Continente.
Romero de la Pascua Latinoamericana.
Pobre pastor glorioso, asesinado a sueldo, a dólar, a divisa.

Como Jesús, por orden del Imperio.
¡Pobre pastor glorioso,
abandonado
por tus propios hermanos de báculo y de Mesa...!
(Las curias no podían entenderte:
ninguna sinagoga bien montada puede entender a Cristo).

Tu pobrería si te acompañaba,
en desespero fiel,
pasto y rebaño, a un tiempo, de tu misión profética.
El Pueblo te hizo santo.
La hora de tu Pueblo te consagró en el kairos.
Los pobres te enseñaron a leer el Evangelio.

Como un hermano herido por tanta muerte hermana,
tú sabías llorar, solo, en el Huerto.
Sabías tener miedo, como un hombre en combate.
¡Pero sabías dar a tu palabra, libre, su timbre de campana!

Y supiste beber el doble cáliz del Altar y del Pueblo,
con una sola mano consagrada al servicio.
América Latina ya te ha puesto en su gloria de Bernini
en la espuma aureola de sus mares,
en el dosel airado de los Andes alertos,
en la canción de todos sus caminos,
en el calvario nuevo de todas sus prisiones,
de todas sus trincheras,
de todos sus altares...
¡En el ara segura del corazón insomne de sus hijos!

San Romero de América, pastor y mártir nuestro:
¡nadie hará callar tu última homilía!
Pedro Casaldáliga



tomado de http://hunnapuh.blogcindario.com/

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