La superación de la pobreza no es un gesto caritativo. Es un acto de justicia. Es la protección de los derechos humanos fundamentales. En todos los lugares, cada persona tiene derecho a vivir con dignidad, libre del miedo y de la opresión, del hambre y de la sed y de expresarse y asociarse si así lo desea. Sin embargo, en este nuevo siglo, millones de personas siguen encarceladas, esclavizadas y encadenadas.
La desigualdad y la pobreza generalizada constituyen un terrible azote en nuestra época, una época en la que el mundo se enorgullece también de avances asombrosos en la ciencia, la técnica, la industria y la acumulación de riqueza. Mientras persista la pobreza, no habrá autentica libertad.
1 comentario:
Nelson Mandela... La utopia de la Libertad, entendiendo como necesario lo posible, una entrada necesaria.
Un abrazo
BB
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